lunes, julio 31, 2006

Confianza.



No es falta de respeto, no es malintencionado, no buscaba ocultar nada. Lo necesitaba y lo cogí. No pensé más. No creí que hiciera falta excusarse. No le dí tanta importancia. Supongo que no me di cuenta de que se podía ver de ese modo. No creo que sea una cuestión de respeto si no de confianza. Confío en ti, pero no tengo confianza contigo. Creo que no nos entendemos, que la mayoría de las veces vemos las cosas desde sitios demasiado alejados.

Noche de chicas.



Cocinillas y asesoras de imagen. Remiendos de última hora. Namuri estilista. Anunciando Pascual. Gritos de Takanori. Horas de conversación. Rondas de sinceridad. Recuerdos, anécdotas, nostalgia y cambios, a veces es duro recordar y otras olvidar. La botella de la palabra. Beber y bailar. La fauna del metro. Cutrifiestas caras. La negra albina, la bailarina boxeadora, las divas y el triunfo de la minifalda. Petter Griffin. Churrería cerrada. De Asturias a Zamudio. Silencio. Conclusión: hay que repetir de vez en cuando pero sin presiones familiares.

sábado, julio 29, 2006

¿y por qué tiene regalos el malo?



Durante los días que he trabajado, he podido ver las series que ven los crios ahora. Y he visto entre otras Atomic Betty. La serie en si no esta mal y además es una serie infantil emitiéndose en horario infantil, cosa cada vez menos frecuente. El otro día emitieron un especial de navidad, que no me sorprendió, dado que viene siendo habitual en verano. Lo que me extraño fue que, siendo como digo una serie infantil, mezclasen la existencia de Santa Claus con las siempre problemáticas compras navideñas. Los malabares que tuve que hacer para distraer al pequeño en esos trozos fueron épicos, entre otras cosas porque ninguna otra cadena estaba emitiendo series infantiles y no había manera de que cambiase de canal. Que digo yo que en las cosas enfocadas a los niños deberían obviar ciertas cosas. A ver si los pobres no van a poder ver ni las series infantiles.

sábado, julio 22, 2006

Aquellos Años Locos (Adoro esta canción).



Acuérdate de tus tardes de recreo
De tus cromos y tebeos
De las series que se hicieron para ti
De ese erizo que era rosa
Tu querías ser ficha roja
Y tener todas las cosas
Acuérdate, sólo había dos canales
Y unos rombos decidían
Si veías o no veías una peli que tenía
Mil efectos especiales, actuaba un tal Dar Vader
Y venían de un planeta sideral

Tenías tanta ilusión
Por ser mayor
Que imitabas a tus ídolos en el salón
Querías ser un goleador
En el 82
Y ser princesa de aquel
Príncipe que no apareció

Recuerda bien tus cabañas construías
Querías ser un espía, y tu madre te decía
No esta bien, que inventes mil fantasías
Y que vivas en tu mundo de baldosas amarillas
Recuerda hoy esa bici que querías
La de Elliot parecía que nunca conseguirías
Para volar, conquistando aquella luna
Devolviendo una fortuna, siendo un miembro
Del equipo A

Tenías tanta ilusión
Por ser mayor
Que imitabas a tus ídolos en el salón
Querías ser un goleador
En el 82
Y ser princesa de aquel
Príncipe que no apareció

- El canto del loco-

One Tree Hill



Tenemos un chico de instituto, de unos 17 años, al que le encanta el baloncesto y además se le da de miedo, pero que no juega en el equipo de su instituto, si no en las canchas de un parque con sus amigos. Vive con su madre, quien lo ha criado sola y trabaja para su tío, el hermano de su padre, en un taller de coches. Y a pesar de ser un cielo y de bastante buen ver no tiene chica, aunque no me extraña, entre estudiar, encestar y trabajar no debe de quedarle tiempo para vivir. Su nombre es Lucas Scott.



También tenemos un chico de instituto, de unos 17 años, al que le encanta el baloncesto y además se le da de miedo. Es la estrella del equipo del instituto, esto le hace popular y le dará una beca universitaria. Su madre casi nunca está en casa por trabajo y para su padre lo único importante es el baloncesto, le consiente todo por ser la estrella. Y a pesar de ser egocentrico y cretino sale con la jefa de animadoras, una chica que es lo opuesto al estereotipo y a la que trata fatal. Su nombre es Nathan Scott.



Parece que debieran llevarse bien dado que les gusta el mismo deporte y van a la misma clase, pero no es esto lo único que tiene en común, la coincidencia de apellidos no es casual, comparten padre: Dan Scott. Mientras a uno lo ha consentido y malcriado, al otro solo le ha dado su apellido y no tiene ningún problema en manifestar el desprecio que siente por su existencia y ha cultivado un odio acérrimo entre ellos. Fue el mejor jugador de baloncesto cuando iba al instituto, de ahí viene su obsesión por que su hijo haga lo mismo.
Durante mucho tiempo les ha funcionado el evitarse y punto, pero cuando el equipo de baloncesto se mete en un lio y prohíben a casi todos volver a jugar necesitan completar el equipo para poder seguir la temporada, y para ello el entrenador recurre a Lucas.

Como no era suficiente la rivalidad existente ya el hecho de que Lucas se fije precisamente en la novia de Nathan, como podéis suponer no mejora las cosas. Peyton que así se llama es una chica bastante complicada. Cuando la conoces te preguntas dos cosas ¿que hace de animadora? y ¿como puede salir con ese cretino? Dado que ninguna de las dos cosas le pega. Desahoga su frustración dibujando, cosa que no hace nada mal y va bastante por libre, aunque deja que Nathan la trate de pena.



Después tenemos a Haley, que es amiga de Lucas desde hace años, les ayuda trabajando en el café de su madre y casi parece que viva con ellos. Es muy inteligente, y da clases particulares a alumnos que van retrasados y pasa bastante desapercibida en el instituto.



La mejor amiga de Peyton también es animadora, y su nombre es Brooke. Aparentemente encaja mejor en el estereotipo de guapa, popular y tonta. Aunque no estamos seguros de que sea tan tonta, por aquí tenemos la teoría de que aprovecha que otros piensan eso y no lo desmiente por conveniencia. Aunque a veces dudamos de nuestra propia teoría. Como personaje es genial, unas veces te desespera y otras te mata de risa.



Creo que me ha quedado demasiado largo y eso que me he ahorrado spoilers, sorry.
He encontrado la imagen que puse en mi fotolog con mejor calidad, aquí os la dejo.

Reorganizando.



No me gustan los cambios. Y aunque soy consciente de que son necesarios en la vida, me aferro a lo conocido como una lapa. Me aterrorizó dejar el colegio después de quince años allí. Me deprime pensar que dentro de tres años estaré metiendo en cajas todo lo acumulado en dos décadas de vida en lo que ha sido mi hogar. Y el echo de que ahora esté planteándome algunos cambios, y anhelando otros me da tanto miedo como los cambios en si. Pero supongo que si me decido a pesar de mis temores es porque son para bien y estoy segura de haberlo pensado todo.

viernes, julio 21, 2006

Palabras.



A veces nos olvidamos del poder que tienen sobre nosotros. De lo mucho que nos afectan para bien o para mal. Decir la palabra adecuada en el momento preciso, la equivocada en uno inconveniente o no decirla muchas veces desencadena más de lo que imaginamos. Todo es importante. El que, el quien, el como… a veces no nos damos cuenta.

miércoles, julio 19, 2006

Un verano ocupado.



Una tercera opción, un segundo traro, y muchas cosas sobre las que pensar en mis largos. Un verano muy ocupado.

sábado, julio 15, 2006

¿Cumpleaños? ¡vale! XD



Una cena estupenda, un regalo genial y una compañía maravillosa. ¿A quien le importa el retraso? Me habéis levantado el ánimo. Muchas gracias, os quiero un montón. Ha sido el mejor cumpleaños que he tenido desde hace años.

sábado, julio 01, 2006

Que listo.



Me ha hecho mucha ilusión que se acordara de mí esta mañana.

Despues he leído la nota y he visto que era un chantaje emocional ¬¬

El pastor mentiroso.



Un muchacho cuidaba de un rebaño de ovejas muy cerca del pueblo donde vivía y un día empezó a gritar: "¡Que viene el lobo!, ¡Que viene el lobo!". En cuanto los aldeanos oyeron los gritos, subieron corriendo la montaña para ayudar al chico. Cuando llegaron arriba se dieron cuenta de que no había ningún lobo. Entonces el muchacho se echó a reír y les dijo: "'¡Os he engañado, no hay ningún lobo, sólo tenía ganas de ver cómo corríais todos!" A los aldeanos aquella broma no les hizo ninguna gracia. Repitió la broma varias veces, y los campesinos una y otra vez vieron que habían acudido a la carrera inútilmente. Un día el lobo apareció de verdad y atacó a las ovejas. Entonces el joven pastor sí que necesitaba ayuda y gritó: "¡Que viene el lobo!", ¡Que viene el lobo!". Pero la gente del pueblo estaba ya tan acostumbrada a oírlo que nadie le hizo caso ni corrió en su ayuda.

Toda fabula tiene su mensaje, su enseñanza. Los cuentos clásicos enseñan a los niños lo que está bien y lo que está mal.
Siempre me ha gustado este cuento. Deja claro que algunas cosas no pueden tomarse a broma, que los sentimientos y preocupaciones de los demás no deben ser un juego. Con los años todos hemos conocido a algún pastor mentiroso, e incluso hemos llegado a ver como se quedaba solo.
Hay gente a la que deberían haberle leído más cuentos durante su infancia.