Juventud. Divino tesoro.

«Damas y caballeros jóvenes:
Disfrutad de la fuerza y belleza de vuestra juventud, ahora no lo comprendéis, pero cuando dentro de veinte años veáis una fotografía de la época actual, os daréis cuenta de lo guapos que sois en realidad y de cuántas posibilidades tenéis ante vosotros.
Cantad.
No juguéis con los sentimientos de los demás, pero no dejéis que nadie juegue con los vuestros.
Aprended a ganar y a perder, la competencia es larga, pero al final se compite contra uno mismo.
Estiraos.
Cuidad vuestras rodillas, notaréis la falta que os hacen cuando fallen. No os sintáis culpables si no sabéis qué hacer con vuestra vida, a muchos nos pasa lo mismo, incluso a los cuarenta.
Bailad.
No leáis revistas de belleza, os encontraréis feos.
Aprended a entender a vuestros padres, será tarde cuando ya no estén. Llevaos bien con vuestros hermanos, son el mejor vínculo con el pasado y probablemente ellos os acompañarán en el futuro.
Aceptad algunas verdades: los precios siempre subirán, los políticos mentirán, vosotros envejeceréis y, cuando seáis viejos, diréis que antes todo era más barato, los políticos eran honestos y los niños respetaban a sus padres.
Y sobre todo no olvidéis lo más importante, todos somos libres».
Mary Schmich