miércoles, enero 09, 2008

Olores



Tan personal como su cara o su voz es el olor de una persona. Nuestra ropa, nuestra casa y muchas de nuestras cosas tienen un olor característico. Sin embargo podemos cerrar los ojos y ver un rostro u oír la voz de alguien que conocemos como si estuviese a nuestro lado, pero es mucho más difícil concentrarnos así en un olor. La mayoría de las veces sólo llegamos a recordar si era dulce, fuerte o características similares pero no evocarlo como hacemos con una imagen o un sonido.
Por ejemplo, el olor de mi madre me reconforta. Para mí es muy especial. Y ahora mismo hay otro olor también importante que me gustaría conservar. Me huele a ternura y a abrazo. Sin embargo es solo el olor, nadie me abraza. Querría poder conservarlo siempre, sin embargo sé que poco a poco irá perdiéndose y para que no se fuese tendría que encerrarlo y renunciar a él.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Los olores nos marcan para siempre, precisamente porque no somos capaces de evocarlos.

El Mago:*

1:31 p. m.  

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