Un poco de todo.

Hace ya bastante de la última vez que escribí.

Han pasado tantas cosas que no voy a poder comentarlas todas, pero haré lo que pueda.
El fin de semana fue entretenido, aunque sentí no poder hacer más por la pebeta, y volver a encontrarme con “marinela” después de tanto tiempo se me hizo raro y me ha hecho pensar en algunas cosas.
El martes sesión de piscina. ¡Como lo añoraba! Estuvimos poco rato, pero mereció la pena.
Me he dado cuenta de que soy más miedica de lo que pensaba. Me gustaba ese giro que dan las escaleras que me obliga a mirar hacia la puerta. Suelo ver a mi estrella esperando a perderme de vista. Pero no fue una estrella lo que vi el miércoles. Aun le veo ahí de pie, mirándome y me da un escalofrío. Mentalmente reviso todo el camino hasta casa desde el “choque” pensando que debí haber hecho distinto. No puedo ni imaginar el terror que deben sentir otras.
Los días de fiesta han estado bien, aunque con más comida de la que mi estomago puede asimilar. Pero alguna compañía me ha hecho pensar en lo mismo que el sábado anterior. Aun le doy vueltas, cuando la idea madure seguramente lo escribiré.